sábado, 29 de agosto de 2009

CAPITULO 11-PASANDO LISTA

La enorme exitación de enfrentarme a un nuevo empleo, y a una clase de alumnos nuevos, me llenaba de emoción y a la vez de pánico.

Toda la tarde Jake, me había acompañado, como ya se estaba haciéndo costumbre; a preparar desde la comida hasta los ejercicios de la rehabilitación que necesitaba mi padre.

Charlie se veía felíz al mirarnos juntos.

En cuanto Jacob se retiro después de cenar, y quedar firmemente en venir a recogerme para llevarme al instituto, Charlie se dirigió a mí.

-Ha sido una magnífica tarde ¿no lo crees?-Decía sonriéndo de manera pícara.

-Sí, hoy por lo menos, no llovió.-Respondí un tanto precavida por lo que sabía que vendría a continuación.

-Jake es un muchacho maravilloso, hacen un muy buen equipo y se ve que él tiene intensiones serias contigo...-Soltaba mi padre.

La gran cercanía que había surgido con Jacob, me sorprendía.

Con él me sentía alegre, como si él fuera el sol que faltara en este nublado lugar.

Junto a Jake todo se veía más positivo, iluminado por su franca y hermosa sonrisa.

Y cualquiera hubiese pensado que lo más normal, sería que yo hubiera permitido el siguiente paso.

¿Pero yo acaso soy una persona normal?

Había algo en mi corazón, que a pesar de que me gustaba demasiado mi "amigo", ponía un freno en nuestra relación.

Lo que me había ocurrido con George...que quizá ahora se hara llamar "Georgia!" había marcado mi vida.

Tenía que llevarla más despacio.

Y aunque jamás dudaría por la heterosexualidad de Jacob Black, tenía miedo de llegar a más con él.

Las hormonas me ganaban la batalla.

-Tú y Billy se dedican a chismorrear como abuelas-Dije burlona.

Ambos terminamos riéndo a carcajada limpia, dándo por terminado el tema por lo menos por hoy.

Gracias al cielo, Billy y Jacob en el tiempo que ocuparía trabajando; se encargarían de mi padre, y cuando Jake fuese a su taller, habían quedado con la señora Clearwater para hacer la comida.

Así que Charlie se encontraba en buenas manos.

Decidí subir a tratar de dormir.

Sabia que era un caso perdido, pero tenía que conservar las fuerzas para el día que me esperaba.





--

Estaba yo dormida en mi pequeña cama, la ventana del cuarto yacía abierta de par en par.

El viento suave y fresco entraba y mecía mis cabellos.

Un pequeño y fugaz toque helado en mi mejilla, hizo que me despertara.

No tenía miedo, sabía de quién se trataba y lo estaba esperando.

Sonriéndo pícaramente se acerco hasta mí, sentándose en la cama.

Mi respiración se estaba acelerando.

Una de sus manos me volvía a acariciar la mejilla , miéntras la otra me tomaba de la mano.

Sus suaves caricias enviában pequeñas descargas eléctricas a través de todo mi cuerpo.

Sus ojos tan hermosos y a la vez llenos de misterio, brillaban por el deseo contenido.

Cada vez estaba más cerca de mi rostro.

Su aliento me embargaba,era delicioso.

De pronto sus labios carnosos, estaban sobre los míos unidos y danzándo frenéticamente, como nunca había sentido.

Mis manos hasta entonces inmóviles, se deleitaban sobre sus amplios hombros.

Quería más...lo quería todo de él.

Un gemido de placer escapo de mis labios un poco más fuerte de lo que pensaba, mi cuerpo se arqueaba para permitirle mejor acceso a su boca por mi cuello.

Estaba a punto de gritarle que me tomará por completo.
Al volver a admirarlo tan ávido de deseo al igual que yo.
Me sentía eufórica.
El sonido del despertador casi me ocasiona un infarto.
¡¡MALDITA SEA SOLO ERA UN SUEÑO!!!!
Con la frustración y el enojo,inundándome por entero ;apague de golpe el reloj.
Aún seguía sudorosa y con la respiración agitada, pero lo que más me molestaba es que el protagonista era aquel chico del hospital.
El ángel de cabello cobrizo.
¡¡POR DIOS ISABELLA CONTROLATE!!
ES SOLO UN NIÑO!!!
Trataba de convencerme.
Pero aún así, el soñar no empobrece.
Desterré de mi mente esas ideas pervertidas.
Tenía bastante de que ocuparme por hoy.
Rápidamente me alisté, desidí que lo mejor sería verme profesional.
Elegí una falda gris hasta la rodilla con zapatos bajos, una blusa azul marino, con el saco a conjunto.
Me alisé un poco el cabello, dejándolo suelto a media espalda.
No me gusta maquillarme, así que sólo un poco de bálsamo de labios, por el frío.
Y mi inseparable impermeable negro.
Me aseguré que Charlie no necesitara nada, despidiéndome de él.
Me deseó un felíz día.
No terminaba ni de bajar las escaleras, cuando Jake llegó por mi.

A pesar de hacer algo de frío, me sorprendió ver a mi amigo sin chamarra o algo para mantenerse caliente.
Su playera de manga corta ceñida a su bien musculoso cuerpo, me hacían dudar si de verdad no mentía en lo del frío o solo era por tener la excusa para lucir ése cuerpazo.
Aún así, tan solo de pensarlo me ruborízaba.

Jacob me llevó al Instituto de Forks, sin problema.
Y a pesar de que hiba de un excelente humor, se veía algo nervioso.
-Gracias por traerme Jake, en cuanto tenga oportunidad, compraré mi auto para no molestarte más...-Dije sonriéndo.
-No es ninguna molestia Bella, sabes que lo hago con gusto...¿¿Puedo venir por ti cuando salgas?...Quisiera hablar contigo...¿a las 5:00pm?-Pregunto siéndo todo un manojo de nervios.
-Claro, Jake...gracias.-Quería preguntarle que era lo que le preocupaba o de que era lo que quería discutir conmigo, pero tenía solo el tiempo justo, así que lo dejé pasar.
Al igual que con mi padre, Jacob me deseó suerte en mi primer día.
Las instalaciones del colegio no eran para nada como las de Florida.
El lugar era para un grupo no muy numeroso de alumnos.
Los edificios eran de ladrillo, llenos de verde vegetación, y a un paso del bosque.
Respiré profundamente, antes de entrar a la oficina de control escolar.
La habitación estaba cálida, por lo que desidí quitarme el impermeable.
Detrás del escritorio se hayaba una jóven mujer, como de mi edad.
Demasiado maquillada y vestida muy a la moda para mi gusto.
-Hola buenos días, mi nombre es Isabella Swan y soy la nueva profesora de Literatura-Dije cortesmente.
La chica de inmediato cambio la expresión de su rostro.
Estaba demasiado interesada.
De inmediato me dí cuenta que tenía por delante a la chismosa del plantel.
-Oh, que sorpresa!!...Mi nombre es Jessica Stanley, soy la secretaria...pensé que la profesora sería una viejita solterona!!!-Decía soltándo una fingida risilla.
-Si me permites un momento, te presentaré con los demás profesores, y te daré tus listas de asistencia y el control de alumnos.-Murmuraba sin parar.
-Como también eres soltera, te diré que la mayoría de los profesores son madurones...Pero te aclaró de una vez, que Mike Newton es mío!!!..Solo que aún no se da cuenta.-Aclaro amenazante.
Genial, acabo de llegar y ya tengo una posible enemiga.
-No te preocupes, no me interesa venir a buscar novio.-Aclare para que se relajara.
-¿No me digas que tienes a alguién? ¿Cómo se llama?¿Es de Forks?-Su curiosidad no tenía límites.
Por suerte habíamos llegado ya a la sala de profesores.
Era pequeña, apenas cabía una mesa con algunas sillas, un sillón desvencijado, y una barra para la cafetera y el microondas.
Dentro ya había algunos maestros.
Jessica de inmediato me los presento.
-Hola soy el profesor Greene, el director del plantel...Espero que te sientas a gusto trabajando con nosotros Isabella.-Decía un hombre de alrededor de sesenta años, con escaso cabello gris.
-Mi nombre es Verner, soy el maestro de aritmética, mucho gusto-Repondía más allá un señor de vientre abultado con ojillos maliciosos.
Por lo bajo Jessica me advirtió de él.
Yo solo asintí sonriéndo amable, me sentía muy nerviosa.
-Bueno, ya que te he presentado a algunos de tus compañeros...Creó que ahora debería llevarte a tu salón.-Murmuró Jessica.

Atravesamos el campus, me tocaba en el edificio 4 junto al laboratorio de biología.
Después de agradecer a Jessica por el tour, y de haber aceptado sin remedio en ir a comer juntas, me senté a preparar la clase.
Los controles de las asistencias, no eran muchos.
Mi horario era bastante relajado.
Mi primera clase empezaría en 30 minutos, dándome tiempo.
Me dispuse a leer los nombres de mis futuros pupilos.
"Nancy McCormick, Jason Fizz, Anne López,Freddy Cope, Alice y Edward Cullen...!!!"
Los últimos nombres me dejarón congelada.
¡¡CULLEN ...LOS HIJOS DEL DOCTOR!!
¡¡AY POR DIOS...SERA POSIBLE QUE EL DESTINO SEA TAN PERVERSO QUE AHORA LO TENGA DE ALUMNO???!!
BUENO QUE POSIBILIDADES HAY DE QUE SE TRATE DE EL...
En esas meditaciones me encontraba, cuando alguién tocó la puerta del salón.
-Se puede?? Sólo vengo a presentarme...Soy el profesor de Deportes, Mike Newton, para servirte en lo que desees-Decía al mismo tiempo acercándose para tomar mi mano, dejándo en claro sus dobles intenciones.
Lo mismo que pasó con Jessica.
Mike Newton, no era difícil clasificarlo. Era el típico chico que se creía irresistible y conquistador.
No puedo negar, que era el mejor partido entre los profesores, pero aún así, ni me atraía ni quería problemas con Jessica.
-Hola, soy Bella Swan.-Dije seria y alejando mi mano.
-¿Bella Swan?? ¿Tus papás te pusierón por nombre "cisne hermoso"??-Decía divertido.
Sabia lo que significaba mi nombre, pero aún así, no se me hizo gracioso su tono.
-Sí, ¿algún problema, profesor?-respondí dejando en claro mi molestia.
-No, no disculpa, no era mi intensión ser grosero...Sólo quería dejar establecido que estoy de acuerdo en que tienes la elegancia de un cisne y eres muy bella...como tu nombre.
¡¡¡AGGHHHH!!!!
Por fortuna el timbre sonó.
-Gracias, pero si me permites tengo que terminar de preparar mi clase-Dije cortánte.
-claro, claro...nos veremos en el almuerzo Bella.-Dijo saliéndo sin que pudiera negarme.

Mi humor no estaba mejorando.
Tenía que calmarme antes de enfrentarme a una clase de adolescentes.
Cerré mis ojos, y respiré profundo.

Una vocesilla como de campanillas, por lo dulce, me hizó girar de mi asiento para observar de quién era.
-Hola, usted es la nueva profesora de literatura ¿verdad? Soy Alice Cullen.-Dijo sonriéndo efusivamente.
La silueta de la jóven, era minúscula.
EL rostro pálido y hermoso, como de duendecillo.
Ataviada con el cabello negro corto y en todas direcciones.
Impecablemente vestida.
Detrás de ella,arrastrándolo venía él.
-El es Edward, mi hermano...somos nuevos también.-Aclaraba la pequeña.
No podía dejar de observarlo.
Sus finas facciones y su rostro de alabastro.
su cabello desordenado y de un raro color.
Pero sus ojos...Tan bellos
Estaban enmarcados por unas espesas y largas pestañas.
Había una mirada de odio hacia mi.
Me sentí terrible, sin saber de pronto el motivo.

Las pisadas, y el murmullo de los demás estudiantes me sacarón de mi ensimismamiento.
Todos tomarón asiento, expectantes por conocer a las nuevas atracciones.
-Bienvenidos clase...Mi nombre es la Profesora Swan.-De inmediato uno de los chicos levanto su mano interrumpiéndo.
-Sí,digame??
-Este...mmm...profesora es señora o señorita-Preguntaba curioso y sonrojádo.
-Señorita...pero eso es irrelevante aqui.-Dije profesional.
Era lo malo al impartir clase a jóvenes a los cuales no les llevaba más de 10 años.
Siempre había alguno que quería tener a su experimentada profesora en su lista de conquistas.
Hasta ahora ningún alumno me había causado problemas.
Hasta ahora...
De reojo observaba a Edward, sí, ahora que ya sabía su nombre, no podía evitar nombrarlo mentalmente.
Su posición era tensa, como si estuviera haciéndo un esfuerzo enorme, por tolerar mi clase o mi presencia.
Me dolía ver que él sentía tal aberración por mi, sin siquiera conocerme.
¡¡QUIZA, YA VIO COMO TE LE QUEDAS MIRANDO!!
¡¡DEPRAVADA!!
¡¡LO HAS ASUSTADO!!

El timbre del final de clase sonó.
Edward y Alice Cullen salierón como si estuvieran sido expulsados por resortes.

Me sentía triste y dólida.
Aún me esperaba un largo y tedioso día.

Las horas pasarón lentamente.
Cada minuto que pasaba, me consolaba diciéndo que faltaba un poco menos para llegar a casa.
Era raro, amaba mi profesión, y nunca me había sentido con más ganas de terminar con el día que hoy.
Y todo debido, a un simple chico malhumorado.
No debía dejarlo tomar el control de mí.
Estaba desidido.
Si para mi clase de mañana, seguía con la misma actitud, le pediría que se retirara.

El almuerzo con Jessica y Mike, fue toda una tortura.
Ella no paraba de lanzarme preguntas indiscretas y miradas furibundas, cada vez que él me dirigiá la palabra.

Sentí una gran emoción al darme cuenta que ya era la hora de salida.
Casi corrí, por los pasillos, para llegar al checador de tarjeta.
Pero mi enorme torpeza hizo de las suyas.
No se ni como fue, que me tropezé con mi mismo pie, y cayéndo al suelo.
Estaba segura de que sentiría mi cara contra el suelo.
Pero el impacto nunca llegó.
Unos brazos, fuertes me sostenían.
Levanté la mirada para agradecer a mi salvador.
Cuando me perdí en el negro de sus ojos.
-Ggracias, ...Edward-Respondí poniéndome tan roja como un semáforo.
-Debería tener más cuidado-Dijo molesto y alejándose de mi a una velocidad increíble.

Yo aún seguía atontada, por lo que acababa de pasar.
El contacto de su piel, me recordo a mi sueño.
Tenía que sacarlo de mi cabeza.
Eso no era posible.
A regañadientes me dirigí a sellar mi salida.

Jacob me esperaba en el estacionamiento.
Esperaba verlo como siempre, con su sonrisa a flor de piel.
Pero lo que ví, me asustó.
Jake miraba con un verdadero odio a los chicos Cullen, y viceversa.
Jacob temblaba, incontrolablemente de furia.
sus ojos siempre amables chispeaban con ira homicida.
Los Cullen al darse cuenta de mi presencia, se alejarón a su auto donde los esperaban los demás.
Jacob corrió hacia mi, enterrándome en un enorme abrazo.
-Lo siento, ¿no te lastimarón?? -Dijo preocupado.
¿De que hablaba...quién me lastimaría??
Su fuerza no me permitía respirar.
-JJake...nno puedo respirar..
-Oh lo siento-dijo apenado.Aflojando sin soltarme.
-Vamonos, no es seguro estar aqui-Murmuro llévandome con él.
¡¡AQUI PASA ALGO RARO Y LO DESCUBRIRE!!

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viernes, 28 de agosto de 2009

CAPITULO 10-NUEVO DIA

EDWARD PVO
Habían pasado cerca de dos semanas que llegue a Denali.
El paisaje nevado era muy hermoso, siempre y cuando tuvieras las ganas de observarlo.
Me escondí aquí, en el vació y deshabitado Denali; pero no estaba ni cerca de la libertad que tenía hasta la primera vez que capté su escencia.
Era ahora esclavo del recuerdo de aquella humana.
Por que ahora que logró pensar con mayor claridad, no solo me atormenta el aroma de su sangre; el rostro en mis pensamientos de aquella extraña, me persigue.
Un rostro humano poco destacable, común podría decirse, pero que no podía borrarlo de mi mente.
¡¿Que tenía de especial aquella mujer?!!!
Sus enormes ojos cafés fue lo primero que recordaba siempre, su mirada me desconcertaba...no sabía que sentimiento mostraba.
Miedo al verme, o sorpresa.
Sabia que no debería interesarme sus reacciones, ya que mi principal idea era "merendármela"...pero aún así...
A lo largo de mi vida, he visto inumerables rostros de mujeres; algunas realmente hermosas imcluso más que las de nuestra especie.
¿Entonces que había en Bella Swan que me llamaba tanto la atención??
Estaba inmerso en mis especulaciones, cuando la presencia de Tanya se hizo llegar.
Suspire de nuevo, aún sin necesidad de llenar mis pulmones de aire.
Era una reacción que últimamente se estaba convirtiéndo en hábito.
-¿Edward?-murmuro Tanya.
-Disculpa, los demás piensan que debo dejarte solo, para meditar...piensan que te molesto, pero la verdad no me gusta verte así.
Tanya y su familia, me han recibido cordialmente; y Tanya ha puesto todo su empeño por tratar de distraerme y convencer para que me quedé con ellos de forma definitiva.
Pero la melancolía, por no estar con mi familia no me permite ni disfrutar del paisaje ni la compañía.
"Te irás a casa ¿verdad?"
-Lamento ser grosero Tanya, realmente aprecio todo lo que hacen...pero aún no se que haré.-Decía sincero.
Hizó una mueca de descepción.
-Cuando apareciste aquí, pensé que...
Yo sabía perfectamente que es lo que había pasado por su mente.
Y debí haber adivinado que ella se sentiría de esa manera.
-Pensaste que había cambiado de idea.-respondí.
Tanya desde que me conoció ha estado tratando de conquistarme.
No es que no fuera atractiva o que no me gustará, de hecho era hermosa.
Alta igual que Rosalie, piel pálida como la nuestra, cabello largo rizado de un color rubio rojizo.
En resumidas cuentas el sueño de cualquier hombre o vampiro. Pero a mi no me atraía más que como amiga.
Su caracter tan sexy y atrevido, no hiba con alguién con principios tan arraigados y conservadores como los míos.
Y por más caballeroso que fuera, tanta insistencia desesperaba.
-Sí.-Frunció el ceño.
-Me siento terrible por destruir tus espectativas Tanya, no era mi intención...
Tanya pusó un dedo sobre mis labios a modo de silencio.
-No te preocupes Edward, es solo que no estoy acostumbrada al rechazo.-Dijo queriéndo parecer más fuerte de lo que realmente sentía.
"Pero ni creas que me venceré tan fácil en mi conquista"!!
Pensaba tratando de retomar su tono bromista.
-Cuento con eso, amiga-Dijé lo último un poco más acentuado para dejar claro nuestros límites.
Tanya pusó su brazo alrededor de mis hombros. Me tensé pero no me alejé de su abrazo; ella sólo quería ser amable.
-Creó que sí volverás al lado de Carlisle...Y no importa que sea...o quién sea, lo que te atormenta. Tú lo enfrentaras. Tú eres así.
Sus pensamientos al igual que sus palabras eran sinceros.
La sorpresa de que haya averiguado mi debilidad, me avergonzaba.
En la mente de Tanya me veía a mí mismo, como alguién que enfrentaba sus problemas.
Y aunque fue placentero contemplar la definición que tenía de mí.
Al mismo tiempo me sentía defraudado.
¿Cuándo me volví un cobarde?
-Gracias Tanya. Necesitaba escuchar eso.
Mi desición esta tomada.
No volvería a huir. Me enfrentaría a mi montruo interior y ganaría.
Mi familia me ayudaría, no podía defraudarlos.
Me despedí de Tanya y de todo el clan Denali.
Pudé verme de vuelta.
Siendo lo suficientemente fuerte para volver al lugar que quería estar.
Sabia que Alice me vería regresar a casa, y se los diría a los demás.
Esto los haría felices; por lo menos a Esme y a Carlisle.
Estaba llenó de nuevas fuerzas y esperanza.


Mi bienvenida fue tal y como la esperaba.
Alice estaba impaciente por verme llegar desde el porche.
Estaba realmente felíz, por haber regresado.
Esme de inmediato salió a recibirme al igual que mi padre.
Emmett y Jasper me abrazarón en señal de camaradería.
Rosalie se mantenía alejada del grupo, pero aún así sus pensamientos me llenarón de alegría.
"Eres un tonto...pero me alegra que hayas regresado, te extrañe!!!
-LLegaste a tiempo Edward, que bueno, que pudé verte regresar con antelación, ya te tengo tus cosas listas para la escuela y todo.-Decía emocionada Alice.
-Un momento Alice...regresé , pero aún no sé si sere seguro.-Trataba en vano de calmarla.
-No digas tonterías Edward, si quisieras matarla ya lo habría visto, así que nada...No me quitarás la diversión.
Alice era imparable.
Carlisle me comunicó que ya había llenado mi inscripción en el colegio de Forks, estaría en el mismo grado que Alice.
Rosalie, Emmett y Jasper irían un grado adelante.
Mañana, es el primer día de escuela, la emoción nos embarga a todos.
Mañana nos iríamos todos juntos, en mi volvo, que era el menos ostentoso de nuestros autos.
No me gustaba la idea de llamar la atención inecesariamente.
Rosalie fue la que discutio más. Le encantaba ser el centro de todas las miradas. Vanidosa.
Pero al cabo de un rato estubo de acuerdo.
Prefirió poner atención a su atuendo junto con Alice.
Mujeres, aunque sean vampiro...no dejan de serlo.

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jueves, 27 de agosto de 2009

CAPITULO 10--SORPRESAS-

CARLISLE PVO
Aún no sabíamos a lo que enfrentábamos.
La revelación de Alice, nos daba esperanzas...pero aún así, no había certeza que Edward lo superara.
-Por supuesto que no la lastimaré, me iré antes. No quiero involucrar a la familia.-Dijó Edward resuelto.
El simple pensamiento de que alguno de mis hijos se separará del clan, dolía.
Esme me miraba inquieta.
Ambos los amabamos y la desición no era fácil.
-No tomes medidas tan drásticas Edward, vamos a buscar otras soluciones-Trataba de calmar los ánimos, ya que empezaban a caldearse, por parte de los demás.
-Es lo mejor Carlisle-Seguía insistiéndo Edward.
Yo aún no sabía realmente todo el problema.
"¿Dónde fue que Edward se topó con este humano?"-pensé.
-Fue en el hospital, quisé distraerme un poco y fui a verte, por tu caso con el jefe de policía...Estaba en tu oficina esperándote cuando la ví...Era una jóven...entre los veinte o veinti cinco años, acompañada de ...un licántropo de La Push.-Admitía mi hijo avergonzado.
De inmediato mis pensamientos se enfocarón en la información que me dió Edward dejándome sin duda.
"Bella Swan"!!!
-¡¡Bella Swan!!-Dije ya en voz alta pero aún así con la sorpresa.
-La hija del jefe de policía?? Genial Edward ahora si que nos dañaste a todos!!!-Gritaba sarcástica Rosalie.
Debiámos irnos por el bienestar de la chica...y de mi familia.
-Esperen un momento...aún no sabemos si ella se quedará, creó que al parecer vive en Florida ¿no?-Decía Emmett, preocupado por el berrinche de Rose.
-Sí, eso he oído...pero aún así,creó que lo mejor es retirarnos cuanto antes...-Comentaba Esme.
Yo tenía información, que hasta ahora no pensaba que fuese relevante, pero que ahora podría girar de improvisto nuestras vidas.
-Bella Swan...al parecer se quedará por un tiempo.-dije esperando las múltiples reacciones.
-Su padre necesita rehabilitación, y según creó, ella estará al pendiente de él.
Tal como lo había pensado; Rosalie salió bufándo del salón, junto con Emmett, Esme sollozaba abrazando a Edward, Jasper tratando de calmarnos a todos y Alice...Alice fue la que me desconcerto.
-Pues yo, no estoy de acuerdo con irnos, no por lo menos ahora que sabemos de quién se trata-decía seria.
-Y eso ¿que cosa cambia que yo desee matarla ? -Preguntaba molesto Edward.
-Mucho, solo hay que darle un poco de tiempo y verás...-Contestaba con un tonillo alegre.
No sabíamos que tan certeras eran sus evidentes esperanzas
-He visto, que ella cambiará nuestras vidas.-Decía seriamente convencida.
-Pero aún así, creó que lo mejor es que yo me aparte por un tiempo-Aclaraba Edward.
Alice por un momento pensé que apelaría la desisción de su hermano, pero no. Después de un momento de silencio ella solo asintió.
-Tómate el tiempo que necesites hijo, pero regresa , por favor-Dije abrazándolo.
-Sí, padre. Mañana temprano iré a Denali-Dijo más tranquilo Edward.
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BELLA PVO
Después de salir del hospital con Charlie dado de alta, mi vida ha sido un poco caótica.
En primer lugar tuve que volver de urgencia a Florida, para avisar y pedir un cambio de plantel.
Por fortuna Forks, es un lugar que no es del agrado de muchos, así que las plazas para personal docente, no estaban saturadas.
Así que por lo menos el trabajo ya estaba resuelto.
La mudanza, fue cuestión aparte.
Gracias al cielo Susan es todo una experta en empacar. Y como no tenía muchas pertenencias fué fácil, en ese sentido.
Dolía separarse de mi madre y de mi amiga.
Y aunque habíamos quedado que tendremos comunicación constante, aún así fue duro.
Ya de regreso a Forks, tuvimos que hacer algunos cambios significativos en la casa.
Y digo "tuvimos" por que Jacob y Billy me ayudarón.
Hubo que construir rampas en la entrada, y para subir las escaleras, mi amigo me impresiono bastante al ingeniar un novedoso y sencillo método de poléas y tensores para bajar y subir a Charlie sin mucho esfuerzo y sobre todo de bajo presupuesto.
Era una gran fortuna tenerlo cerca.
Nuestra amistad cada día era más estrecha.
Estaba muy contenta de conocer a Jacob Black.
Tanto así, que los días se me fueron volando.
no me había dado cuenta de que faltaba un día para el inicio de clases.

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miércoles, 26 de agosto de 2009

CAPITULO 9--SENTENCIA--

BELLA PVO
El rostro tan serio de Jacob, me asustaba.
Aún no podía pensar con claridad, que era lo que me había pasado con ese chico de cabello brocíneo, mis pensamientos seguían impactados por él.
LLegamos hasta donde Billy y el doctor Cullen nos esperaban.
-Bella, magníficas noticias, hija!!-Decía Billy con semblante alegre.
Mi corazón latía desaforado por la esperanza.
-Así es, señorita Swan. La operación ha sido todo un éxito.-Aclaraba el doctor sonriéndo gentil.
Mis ojos de inmediato se inundarón de lágrimas, pero esta vez de felicidad.
Con gran agradecimiento me abalance sobre el doctor para abrazarlo.
Las caras de asombro de Billy y Jake me hacían notar de nuevo su desaprobación, el doctor miéntras correspondía mi gesto con cortesía.
-Gracias, gracias doctor.-Fue lo más que pudé decir entre sollozos.
Separandomé de él, me dirigí también a abrazar a Jacob y a su padre.
-Oh Billy, él estara bien, que alegría!!!
La voz del médico nos distrajo de nuestro abrazo grupal.
-Charlie en unos minutos más estará en su habitación, mandaré a una enfermera para avisarles cuando pueden verle.-Dicho esto se retiro para darnos privacidad.

Estaba eufórica, mi padre había salido bien de la operación, la vida me estaba dando una nueva oportunidad de conocerlo, y por supuesto que la tomaría.
-Debo llamar a mi madre, para contarle como ha salido todo.-Decía emocionada.


Después de haber tenido coversación con Renée y también con Susan sobre el estado de salud de Charlie, llego la enfermera, para que pudiesemos ver a Charlie.
El pobre, seguía dormido por la anestesia; pero aún así se veía tranquilo.
Quisimos dejarlo descansar.
Mañana, podría venir desde temprano a visitarlo.
En este momento, mis dudas eran apremiantes.
-Jake, te molestaría irte adelantando, tengo que hacerle unas preguntas al doctor Cullen.-Musité.
El me miró por un segundo con el ceño fruncido, para después asentir y marcharse.
La oficina del doctor estaba a unos cuantos pasos; toque suavemente la puerta, y su voz me invitaba a pasar.
-Este...mmm, ¿puedo hablar con usted doctor Cullen?-preguntaba vacilante.
-por supuesto, en ¿que puedo ayudarle señorita Swan?
-Bella, digame Bella, por favor-decía mientras me dirigía hacia adentro.
El doctor me señalaba la silla con su mano.
-Esta bien...Bella ¿para que soy bueno?-Decía sonriendo.
!!!AY PARA TANTAS COSAS!!!
¡BELLA!!!
Mi mente alocada de nuevo.
-Bueno, lo que pasa es que tengo algunas preguntas...
El médico me miraba espectante, eso sí, siempre con una mirada serena, y paciente, como la de un padre dirijiéndose a un niño pequeño.
-¿Cuánto tiempo durara la convalescencia de Charlie?-Quizé empezar directa, tenía que planear mi vida, alrededor de esta desición.
-Pues...la verdad, es algo relativo, depende de cada persona...la mayoría progresa al rededor de entre 6 y 9 meses, otras son un poco más lentas.-Decía con el tono preocupado.
Seis a nueve meses, mi trabajo no esperaría tanto por mí.
Tenía al menos algo de mi parte, el semestre escolar aún no empezaba, faltaban algunas semanas.
Tendría que apresurarme entonces.
-Esta bien, es bueno saberlo-Dije poco convencida.
Ya que si mis planes no salían, el sueldo de Charlie no sería de gran ayuda.
-Todo, bien Bella?? o hay algo más que le pueda ayudar?-Su preocupación era sincera.
Pero era demasiado orgullosa, como para dejarle saber mis verdaderas cuestiones.
Mi mirada de pronto viajo por su escritorio de madera oscura, hasta encontrarme con un conjunto de hermosas fotografías, todas enmarcadas elegantemente.
La imágen me atrapo, dejándome en "shock".
Ahí estaba él, con ese rostro perfecto y su cabello despeinado de asombroso aspecto.
El doctor advirtió mi distracción.
-Es mi familia, mi esposa Esme y mis hijos-Decía al mismo tiempo que tomaba una de ellas y me la mostraba.
-No sabía que era casado...y sobre todo que tuviése hijos tan... grandes!!-
¡¡Y TAN HERMOSOS, PERFECTOS !!
Mis mejillas las sentía arder.
-Mi esposa y yo los hemos adoptado, a pesar de que la gente no comprende que somos un matrimonio jóven, nos hemos arreglado bastante bien con los chicos.-Comentaba tranquilamente.
Entonces era su hijo.
Por fin, sabía algo de aquel hombre misterioso.
Nuevas sensaciones, se alojarón en mi estómago, haciéndome sonreír esperanzada.

Tenía ahora más que nunca arreglar mi vida laboral.
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CARLISLE PVO
Después de la charla con Bella Swan, su semblante cambió y se veía con nuevos ánimos, no quizó responder a mi duda.
Se ve que es una jóven, fuerte y noble.
Ha sido un verdadero placer, estar en el caso del jefe Swan.
Bueno, eso a excepción de algunos encuentros desagradables con la familia Black, pero aún así la hemos sabido llevar cordialmente la situación.

Antes de iniciar con mi rutina vespertina, el timbre de mi teléfono sonó.
La llamada no la esperaba, era de casa.
-Hola Querida ¿qué pasa?
-Hola amor, lamento molestarte, pero ¿podrías venir a casa??-El timbre de voz de Esme sonaba preocupado.
-¿Que pasa Esme?
-Carlisle, es urgente...es Edward.-Decía al punto de quebrar su voz.
-Claro, en un segundo estoy ahí.-Dije cerrando el móvil y dirigiendome a encontrarme con mi familia.

LLegué rapidamente sin contratiempos, en el hospital, ya había cumplido con las horas estipuladas, sólo me quedaba para ayudar.
Al apenas llegar al vestíbulo, Esme me abrazo.
Sus tiernos brazos, temblaban.
Algo no estaba bien.
-Oh Carlisle, Edward te necesita, ha encontrado a alguién que por poco lo hace cometer una locura.
No sabia a que se refería mi esposa.
Edward siempre ha sido, mi hijo favorito,fue el primero...pero más que nada, su temperamento y fortaleza, al igual que su noble corazón me hacían quererlo de forma diferente.
Sin dudarlo, me acerqué a él.
Estaba sentado inmóvil, con la cara entre las manos.
Se veía que sufría.
-Hijo. ¿estas bien? ¿que ha pasado?-Murmuré lentamente.
Alzó su mirada, sus ojos solo me confirmarón el enorme sufrimiento que llevaba.
-No lo sé, padre. Su aroma...era tan fuerte, el sólo recordarlo me hace desear ir por ella y saciar mi sed. Me siento avergonzado.-Susurraba con agonía.
Me dolía verlo así, me sentía impotente para consolar a mi pequeño.
-¿Alguna vez haz...ha habido alguién..alguna persona ha olido mejor para ti que el resto?-preguntaba dudoso.
¡¡"OH,así que es eso???"!!-mis pensamientos y mi rostro le dierón a entender que lo había comprendido.
Quisé abrazarlo, pero él no lo permitió.
-No, Carlisle no lo merezco-decía apenado.
-Haz lo que tengas que hacer para resisitir hijo,aunque eso signifique irnos de nuevo.-Dije sinceramente.
Sabia que era lo mejor para no dañar a nadie.
Los murmullos quejumbrosos de Rosalie, al no estar de acuerdo, por alejarnos molestarón a Alice.
-Sabes Rosalie, no todo gira en torno a ti!!! Edward lo esta pasando realmente mal, aunque debo decir...que él no la lastimará.-Esto último lo dijo en voz baja y con algo de entusiasmo.
Todos volteámos a verla asombrados por su revelación.
sobre todo Edward.
La esperanza seguía con vida.


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martes, 25 de agosto de 2009

CAPITULO 8--DILEMA--

JACOB PVO
Malditas "sanguijuelas", asquerosos "chupasangre", "párasitos", "hediondos inmundos", "garrapatas"........
Tuvé que contener mis ansias de seguir lanzando mis insultos al vampiro que tenía enfrente por respeto a Bella.
Sabía que él podía perfectamente escucharlas, tienen el oído tan fino como nosostros.
Pero mi instinto me decía que no era prudente comenzar ahí, una batalla.
Por fortuna ...para él, se escabulló cobardemente en la oficina.
Bella no había podido evitar quedar paralízada.
Al principio pensé que había sido reacción al miedo, por toparse con un ser tan espeluznante y peligroso.
Pero no pudé evitar enfurecerme, al notar que más que pánico, lo que mostró fue una cara de fascinación por él.
¡¡MALDICION POR QUE LOS HUMANOS NO PODIAN VER CUAN PELIGROSOS ERAN!!!
Mi malhumor empeoraba al ver que los segundos pasaban y Bella seguía sin reaccionar.
-¿Te quedarás aquí, o vamos a ver si ya terminó la operación?-Dije mordaz.
Bella se dió cuenta de que la había pezcado babeando, avergonzada bajo la mirada poniéndose roja.
Seguimos nuestro paso, aunque ella seguía volteándo por instántes hacía la dirección que habíamos dejado.
¿Qué era este sentimiento que surgía de pronto en mí?
La sensación de que llamas me abrazaban por dentro mucho más fuerte que cuando me transformaba, no podía explicar.
Debe ser el instinto de protección hacía ella...sí, eso debe ser.
¿que otra cosa?
¡¡¡JACOB BLACK ¿NO ME DIGAS QUE ESTAS CELOSO???!!!
¿Queee? ¿yo de ése "chupasangre asqueroso"?
¡¡JA!!
El debate mental conmigo mismo me ponía nervioso.
Al llegar junto a Billy, el doctor "colmillos" estaba con él.
Al parecer eran buenas noticias ya que mi padre estaba sonriéndo a pesar de tener a su lado al vampiro.

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EDWARD PVO
¡¡ALICE QUE DEMONIOS FUE ESO??!!-Gritaba furioso.
Antes de que ella pudiese responder, Jasper y los otros llegarón corriendo.Alertados por los gritos.
-Edward, lo siento...no sabía bien lo que hiba a pasar-Decía temerosa.
-¿Cómo que no sabías? Y no te atrevas a mentirme-Amenacé gruñendo.
-Edward, tranquilizate...y no le hables así...-Esme murmuraba tratando de calmarme.
Jasper estaba en posición de ataque, manteniéndo detrás de él a la pequeña adivina.
"Ni siquiera lo pienses Edward, si quieres lastimarla, te arrepentirás"
En sus pensamientos la amenaza estaba impresa.
-Caramba hermano, tienes cara de que te topaste con un fantasma!!-Soltaba Emmett entre risas.
Emmett siempre quería romper los momentos de tensión con sus bromas y comentarios tan infantiles e inapropiados.
Aunque esta vez creó que ayudo.
Solté un bufido, en señal, de que ya me había relajado.
-Lo lamento Alice, no fue mi intención-dije avergonzado.
-Esta bien, no pasa nada.-respondió sincera.
"yo también lo siento hermanito, debí advertirte antes"
-Ambos asentimos en señal de nuestra disculpa.
-Entonces ¿que es lo que ha pasado? Tendrían la amabilidad de responder en voz alta, o ¿acaso Esme no les ha dicho que es de mala educación mantener conversaciones en secreto??-preguntaba Rosalie como siempre en plan mandón.
Ahora que el aroma intoxicante no estaba, podía pensar con claridad.
-La verdad, no sabría explicarlo Rosalie,hace un rato...por poco...yo-
La vergüenza de lo que hasta hace unos minutos hubiera hecho, al tomar la sangre de un humano después de hace tanto que había tomado la desición de seguir en esta vida, no me permitía continuar.
Pero al imaginarme la burla en la cara de Rosalie si los dejaba observar mi cobardía y debilidad, me hacían sentir peor.
-Edward tuvo una dificil prueba esta tarde, y debo decir que estoy orgullosa de él, la tentación fue mucha y aún así...-Defendía Alice.
-No, Alice. No me defiendas, aún no se si logré contenerme, solo huí.-Mi voz se oía debil , tal como me sentía.
Esme me abrazo tiernamente a modo de consuelo.
Emmett y Rosalie se habían quedado boquiabiertos con el descubrimiento.
"Edward huyéndo, no puede ser!!!"-pensaba Emmett.
-No te preocupes Edward, lo solucionaremos, llamaremos a Carlisle-Decía Esme sin soltar el abrazo, empujándome suave al interior de la casa.
Me encontraba en un terrible dilema.
Mi mounstro interior deseaba con urgencia la sangre de la chica.
Más mi conciencia me gritaba que debía ser fuerte y alejarme.
¿Cuál de las dos ganará?
Espero que mi padre pueda ayudarme.

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domingo, 23 de agosto de 2009

CAPITULO 7--ADONIS--

Por que justamente a mí, ¿me ocurría esto?
Era tan perfecto.
El momento fue fugaz. Ya que de inmediato que me vió con esos ojos tan profundos como pozos , volvió a meterse dentro de la pequeña oficina, con una urgencia exagerada.
Al mismo tiempo, Jacob maldecía por lo bajo, esperando que yo no lo escuchará.
¿Quién era este chico que me dejó sin aliento en tan solo un segundo?
Por que eso era "un chico".
¡PARA MI DESGRACIA!!
No se veía mayor de unos 18 años.
Pero al recordar ese rostro de ángel, tan delicado, pálido al extremo,con facciones tan perfectas que cualquier modelo mataría por conseguir.
Y un cuerpo...hay mejor ni hablar.
Ya que se podría considerar un delito, el tan solo observarlo.
!QUE ME METAN A LA CARCEL!!!
Gritaba mi lado infanticida.
Tuve que inhalar profundo varias veces para sosegar mi desaforada respiración.
¿Que me estaba pasando?
Definitivamente las hormonas me estaban jugando mal.
Agradecí sinceramente que Jacob me sacará de mis fantasías morbosas.
-¿Te quedarás aquí, o vamos a ver si ya terminó la operación?-El tonillo molesto de Jake, me hizó aterrizar para saber cuáles eran mis prioridades.
Pero debía hallar la manera de saber la identidad de ése adónis.
¡Ay BELLA!!


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PVO EDWARD
Teníamos poco de haber regresado a Forks.
Luego de una ausencia de más de 70 años, al fin podíamos volver.
Las cosas no han cambiado demasiado, el pueblo era pequeño, la gente de mente provinciana,que se conoce de generación en generación, el mismo clima,y lo que más me gustaba; las extensas llanuras llenas de verde maleza que me permitían correr a libertad.
Mi familia estaba contenta.
Carlisle estaba ansioso por empezar a laborar en el hospital del lugar.
Esme le llenaba de ilusión redecorar la vieja casona.
Emmett y Rosalie;Contentos después de haber pasado por su tercera o quién sabe cual número era ya, luna de miel, volovían a reincorporarse a la familia.
Jasper aflijido por ser el más nuevo con la dieta tan rigurosa que llevamos.Pero aún así emocionado por vivir esta nueva experiencia al lado de su amada Alice.
Alice...bueno Alice, son tantas emociones a la vez que aún no sé como hace Jasper por controlarse cerca de ella.
Exitación por conocer nueva gente, comprar compulsivamente por las tiendas de la región, pero sobre todo corroborar una de sus nuevas predicciones.
Bloqueaba su mente para mí, aunque de vez en cuando me llegaban chispazos de ella.
Eran imagenes borrosas, algunas de ellas sin sentido para mi.
Pero la tenían inquieta desde hace unas cuantas semanas.
Por mi parte, esto de pasar la eternidad solo con mi familia, me estaba volviéndo en un amargado, solitario y quisquillozo vampiro.
Todos tenían pareja, y aunque amaba a cada uno de mis hermanos, a veces era más de lo que yo podía soportar.
Las constantes muestras de afecto que se regalaban, me hacían sentir envidia.
Yo nunca aparte del amor hacia mi madre humana, había experimentado la devoción o la necesidad que ellos ofrecían a sus parejas.
Esme siempre me consolaba, y en sus pensamientos sabía que se preocupaba por mi situación.
"Ay pobre Edward, si tan solo encontrara a alguién especial para él"
o si le hiciera caso a Tanya, ella podría estar con él y así no estaría más solo".
Sabía que sus intenciones eran buenas, pero yo no veia en Tanya más allá que una amiga.
Y en momentos su tan desesperada obseción conmigo,me fastidiaba.
Pero era ante todo un caballero.
Lo mejor para matar el tiempo en este lugar era fingir que eramos "normales" en lo mayor posible.
Así que debíamos representar bien nuestros papeles.
Esme y Carlisle son nuestros padres, Rosalie y Jasper son hermanos, Emmett, Alice y yo también; todos adoptados por este fabuloso jóven matrimonio.
Y como buenos chicos, debíamos ir al colegio, a prepararnos para el futuro.
!Ja, si supieran todos nuestras verdaderas edades y las veces que nos hemos graduado!!
El semestre aún no empezaba, la espera me estaba matando.
Por la mañana había salido de caza, solo por aburrimiento.
No soportaba estar más tiempo metido con Rosalie y sus pensamientos vanales, o la explosión de lujuría de Emmett.
Salí en mi auto rapídamente.
Recordé que Carlisle estaba entusiasmado con un caso.
El del jefe de policía del lugar.
Quería realizar una operación de columna, el procedimiento ya me lo sabía, aunque sólo teoricamente.
Podría ser interesante asistir a mi padre, y de paso saldría de mi monotonía.
LLegué al hospital, y desidí divertirme un rato antes de hablar con carlisle.
Me dirigí al mostrador de informes, donde se hayaba como siempre la regordeta enfermera...Creó que su nombre es Rubí.
-Hola, ¿Rubí, verdad?-Pregunté con el tono más aterciopelado que pudé.
En respuesta la mujer empezó a hiperventilar, mientras que su mente la atacaba.
-Eemmm ...sí, holaaa- contestaba derritiéndose en su asiento.
"Ay por Dios Rubí, hoy tienes suerte!!! Te esta hablando a ti!!! sabía que si le rezaba a la Santa Patrona de las fritangas alguno me haría caso!!!
Y mira nada más...aunque podría ser tu hijo...PERO QUE DIABLOS!!!
-¿Te puedo ayudar en algo?-Comentaba sugestivamente, mientras que sus pensamientos me desnudaban y me ponían en situaciones diversas.
¡OK, SE ACABO LO DIVERTIDO!!!
-Sí, podría decirme donde encuentro a mi padre...el doctor Cullen.
Dije más serio.
"CON RAZON!! LA GUAPURA VIENE DE FAMILIA...AUN SI EL PAPA NO CAE, EL HIJO ESTA MEJOR!!!
-Creó que se encuentra en su oficina, si no lo encuentras ven, y lo buscamos juntos-Su coqueteo daba risa, tuve que reprimir una sonrisa, para no darle un nuevo mensaje a esta acalorada mujer.
-Gracias, no creó que sea necesario- Y dicho esto salí de la vista de esa mujer antes de que sus pensamientos me pusieran nervioso.
Localizé la oficina de mi padre fácilmente, toqué esperando respuesta, pero no había nadie.
Entré para esperarlo un rato.
Su escritorio de caoba, lo había escogido Esme, en él se hallaban las fotos familiares, todo simple escenografía, algunos de sus diplomas, todos debo decir que falsificados, ya que el ser atemporal, no es muy bien visto por los humanos.
La colección de libros que tenía aquí no era ni la milésima parte de la que había en casa, pero desidí tomar alguno, para pasar el tiempo.
La lectura siempre me tranquilizaba.
Estaba ya como por el cuarto capítulo de mi lectura cuando mi móvil empezó a sonar.
-Alice, ¿que pasa?-Dije un tanto molesto por sacarme de mi concentración.
-Oh, Edward debes venir ahora mismo a casa...aún no sé que pasará cuando la veas, pero debes tener cuidado de....-La voz de Alice, se escuchaba preocupada y la interferencia no me dejaba escuchar más.
-Alice, Alice...¿me escuchas?-Traté de que la comunicación no se perdiera moviéndome un poco por la habitación.
Desidí salir de ella, para ver si la transmisión se arreglaba.
El olor me llegó de golpe.
La garganta me quemaba como nunca antes, el mounstro interior pedía a gritos salir.
Ese aroma me volvía loco, no podía razonar.
Tenía que averiguar su procedencia y tomarla.
Una insignificante humana era la culpable. debía actuar prudentemente, el lugar estaba lleno de testigos, no podía darme el lujo de fallar.
En mi mente estaba planeando mis mejores estratégias para llevarla a un lugar apartado y entonces acabar con mi agonía.
El ligero movimiento llamó por un segundo mi atención.
Venía acompañada de uno de esos "perros" de la reservación.
No podía acercarme, sin provocar una batalla.
Pero el imaginar el sabor de esa dulce y embriagante escencia, me hacía olvidar hasta la mínima cordura.
La imagén de mi familia huyendo por mi causa, hizó que un destello de mi sentido común huyera del lugar, entrando de nuevo a la oficina y cerrando de un portazo.
No sabía por cuanto tiempo podría contenerme.
Los segundos pasarón tan lento que parecían no existir.
El olor perdío fuerza, sabía que ella se había alejado...Pero aún no era seguro.
Abrí de un tirón la puerta, y salí sin mirar ni importarme la velocidad en la que lo hacía.
Conduje hasta la casa , donde ya me esperaba Alice.

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sábado, 22 de agosto de 2009

CAPITULO 6. LA OPERACIÓN

Después de hablar con Susan, al rededor de media hora; donde la mayoría del tiempo fuerón de disculpa por mi parte por no haberle avisado lo sucedido con mi padre. Quedamos que me ayudaría a cubrir las horas de clase que me tocaban.


Mi plan de estudios era muy fácil, y todo lo tenía listo, así que no suponía ningún problema para mi amiga.


Sabia que era una solución temporal, ya que el tiempo de convalecencia de Charlie era incierto.


El sonido de unos claxonazos, me despertarón, sentía que apenas había cerrado mis ojos hace 5 minutos, aún sentía el cansancio en mi cuerpo.


Miré el reloj despertador y eran las 10:05


¡¡DEMONIOS BELLA!!


Decía al tiempo que de un brinco me desperezaba.


Jacob estaba afuera esperándome y yo sin estar lista.


Abrí de un tirón mi pequeña maleta, no llevaba gran cosa.


Tomé lo primero que encontré.


Mi cabello era una causa perdida, una gran maraña.


lo cepille bruscamente y lo amarré en una coleta.


Me lavé cara y dientes con urgencia y baje lo más rápido que mi precario equilibrio me permitía, abriendo la puerta de un tirón.


Ahí estaba él, en su rostro se dibujaba lo que a mí me parecía la sonrisa de un millón.


Definitivamente algo en Forks me empezaba a gustar.


-Hola Bella, que linda estas hoy-Apenas decía esto y mi cara parecía arder.


-Gracias ... tú también, ¿nos vamos?-Dije clavando mi vista al suelo, no quería que se diera cuenta lo mucho que me afectaba.


En el camino, noté a Jake un poco más parlanchín.


Me hacía preguntas de todo tipo.


Que color me gustaba,por que me gustaba ser profesora, como eran mis alumnos.


Hasta que llegó a un tema difícil para mi... Si tenía novio.


Mi vida romántica había pasado sin pena ni gloria.


Mi exagerada timidez, no me hacía fácil conocer nuevas personas.


Y el único novio formal que tuve, me dejo por su "amigo" de la universidad, hace ya algunos meses.


Me dolió bastante,pero lo superé al pensar que había alguién por ahí,


indicado para mí, buscándome.


¿Será que lo he encontrado en Jacob Black??


-No. no tengo novio-respondí sincera.


Un brillo especial en sus oscuros ojos y una insipiente sonrisa comenzaba aparcer en sus labios.


No dijimos nada más, ya que habíamos llegado al hospital.


En la entrada nos esperaba Billy Black junto con otro hombre moreno al igual de alto que Jacob.


Me llamó mucho la atención que apenas llevaba una camiseta delgada y unos shorts. El clima no era el mejor para ése atuendo. Aunque ahora que me doy cuenta Jake tampoco usa chamarra, a pesar de estar templado.


-Hola Bella, que bueno volver a verte-Decía Billy con una sonrisa cordial.


-Te presento a nuestro buen amigo Sam Uley-señalaba al grandote.


Sam, me miraba curioso de arriba abajo antes de responder tendiendome la mano en saludo.


-Hola Bella, al fin te conozco.


Jacob gruño por lo bajo, mientras que los otros dos se lanzaban miradas cómplices.


-Será mejor que entremos, para ver a Charlie-Decía Jacob, empujándome un poco a través de ellos.

Charlie hoy tenía un mejor aspecto sin duda.

El doctor Cullen recién nos vió llegar, se acercó dirigiéndose específicamente a mí.
-Buenos días señorita Swan, me alegra ver que tiene mejor semblante.
-Si, estoy un poco mejor, gracias...-respondía ruborízandome.
A la luz del día, el doctor parecía que tuviera reflectores sobre él, la sala del hospital se iluminaba, dejándo a más de una embobada con él.
-Bueno...creó que tiene que explicarle a Bella lo del papeleo para la operación de su padre ¿no?-La voz de Jacob a mis espaldas, con un claro tono de molestia me sorprendió.
El doctor Cullen lo ignoró, sonriéndo me dijo.
-Como le había dicho antes señorita, la operación a la que someteríamos a Charlie, lleva algunos riesgos, pero la condición de su padre me hace creer firmemente que saldrá exitosa, algunas de sus vertebras han sido dañadas severamente, por lo que un transplante de éstas, lograrían el cambio que su padre necesita.-Sus palabras me tranquilizaban solo un poco, jamás había oído que los huesos se donarán, ¿de dónde los sacarían??
-Y ¿hay algún lugar dónde se puedan conseguir huesos?-Mi curiosidad era evidente, miéntras que mi mente se imaginaba alguna escena espeluznante de alguna película de horror, donde alguién sacaba huesos del cementerio.
-Sí, hay "bancos de huesos", donde la gente después de morir doná sus huesos, como si fuera cualquier otro órgano.-
¡GENIAL HUESOS DE MUERTOS!!
Pero si era lo que necesitaba Charlie, no me hiba a poner exigente.
-Esta bien, ¿donde firmo?-Dije resuelta.
Después de llenar unos cuantos de formularios, puro trámite burocrático, el doctor Cullen, me aviso que la operación se llevaría a cabo en la tarde, y que duraría alrededor de 3 horas en el quirófano.
Quería ver a Charlie.
Jacob y su padre estuvierón todo el tiempo conmigo, al parecer no les caía muy bien que digamos el doctor Cullen.
No lo entendía, él me parecía una buena persona...sin mencionar que bastante atractiva.
La hora de la visita pasó muy divertida, mi padre no dejaba de reír por las ocurrencias de Jacob, estaba de muy buen ánimo.
Al parecer no le preocupaba la operación, estaba muy tranquilo, cuando llegarón a prepararlo.
-Sonríe Bella, nos veremos pronto, todo saldrá bien hija- dijo calmadamente mientras me guiñaba un ojo.
Le di un beso en la mejilla, tratándo de contener las lágrimas.Y viéndolo salir en la camilla.

Los nervios me abrumaban, el reloj parecía ponerse en mi contra al ir demasiado despacio, la mano caliente de Jake sobre la mía no parecía tranquilizarme en ése instánte.
Cualquiera que nos hubiera visto, pensaría que erámos más que conocidos, y no me molestaba.
No había recordado, que en todo el día no había comido nada, hasta que mi estómago empezó a gruñir estréopitosamente.
¡TIERRA TRAGAME!!
-Bella tienes hambre, vamos por algo de comer, ya es tarde-Decía Jacob seriamente. Billy sólo asintió.
Yo no quería dejar ni un minuto a mi padre, el hambre podía esperar.
Pero al parecer mi estómago tenía otros planes, el ruido proveniente de él parecía como si el "alien" que tengo dentro amenazará con salir.
No podía evitarlo más.
A regañadientes me levanté para ir hacia la cafetería.
La comida era asquerosa, pero al no haber nada más, tuvé que hacerme de la vista gorda y empinarme lo que tenía enfrente.
El camino hacia la sala de espera era corto, pero teníamos que atravesar las oficinas y algunos consultorios.
Hibamos caminando lentamente, cuando de repente lo ví.
Saliéndo de la oficina que pertenecía al doctor Cullen.
La imagén perfecta del hombre de mis fantasías.

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***PERDON***

A TODAS LAS QUE ME HACEN EL ENORME FAVOR DE LEER,
LES PIDO LAS MAS SINCERAS DISCULPAS, EL CAPI AUN NO ESTABA LISTO CUANDO POR UN ERROR DE "DEDAZO DE MI PARTE" LO PUBLICO.
LAMENTO EL HECHO, PERO DENTRO DE UN RATO LO SUBO COMPLETO.
NUEVAMENTE MIL DISCULPAS!!
BESOS CARLA!!

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jueves, 20 de agosto de 2009

CAPITULO 5--DESICIONES--

El camino a casa de Charlie fue agradable, más de lo que hubiera pensado.
La compañía de Jacob; que de ahora en adelante me ha pedido que lo llame Jake, ha sido extraordinaria.
Nunca creí que fuera tan fácil sentirse tan a gusto con una persona a la que conoces apenas ...¿qué, 20 minutos?
Pero el sentimiento de confianza y cercanía, crecia al pasar más tiempo con él.
Definitivamente algo raro me pasaba, me empezaba a gustar Jacob Black.
La casa estaba de la misma manera en que la recordaba.
Al entrar Jake encendía la luz, dejándome admirarla por primera vez después de 10 años.
La repisita de la chimenea estaba plagada de fotografías mías.
¡Qué vergüenza!!!
Tenía una por cada año de escuela.
Se veían todos y cada uno de los cambios físicos que sufrí.
No pudé evitar sonrojarme al pensar , cuanta gente habrá visto todas esas horribles imágenes.
Y como si Jacob, pudiera saber lo que estaba pensando se acercó y tomó entre sus manos una de ellas.
-Esta es mi preferida-decía mostrándomela.
Era una de las fotos que mi madre me tomó el día de mi graduación.
Sonreí al recordar que me sentía gorda por la túnica rentada.
Jake,también me ofreció una sonrisa. La cálidez en la suya me hacía sentir bienvenida, estaba en casa.
-Bueno ...creó que es hora de que me marche, estaras muy cansada-Decía el nervioso.
-Mañana a las 10:00 ¿estará bien?
Sin pensarlo mucho asentí, poniéndome roja como un tomate, sólo por pensar que él quería volver a verme.
-perfecto...entonces hasta mañana-apenas dicho esto me planto un fugaz beso en la mejilla, sin darme crédito a reaccionar; salió.


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PVO JACOB
¡¡PERO DE VERDAD QUE NO SE QUE PASA CONMIGO, CADA VEZ QUE ESTOY CERCA DE BELLA SWAN!!!
¡¿A QUIEN SE LE OCURRE DARLE UN BESO A UNA CHICA COMO ELLA...AUNQUE SOLO FUERA EN LA MEJILLA??!!!
¡¡¡SOLO A MI!!!!
Y no es que no me haya gustado, al contrario ¡¡ME ENCANTO!!!
Ese es el problema.
Aún no sé si tiene novio, o si se quedara lo suficiente y yo, ya ando tirándole la "onda" como perro.
¡¡AY JACOB BLACK COMO METES LA PATA!!
Pero es que fue como un acto reflejo, mi cuerpo necesitaba hacerlo, tanto como respirar.
Al haber pasado algunos minutos en su compañía en el trayecto,pudé observar que Bella no era una chica común, era muy madura, inteligente, y sobre todo amable.
Era muy agradable, más que eso, Isabella Swan...me gustaba, y mucho.
Me sentía exageradamente emocionado con la idea de que mañana la volvería a ver.
Fantaseando con la idea de que ella se quedara en Forks, conmigo.
¡AY JACOB NO TE PRECIPITES!!
¡¡QUIZA ELLA NO TE VEA MAS ALLA QUE SOLO UN AMIGO!!
Mi traicionera conciencia me advertía, pero era tarde, el simple recuerdo
de la sensación de mis labios sobre su delicada piel, me enviaban a la luna.

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PVO BELLA
Después de haber despertado del trance, en que me dejo la despedida de Jake, tomé mi maleta y subí por las escaleras, hacía donde estaba mi habitación.
La puerta al abrirse dió un rechinido, señal que hace tiempo nadie entraba.
El olor a polvo y humedad era insoportable, y estaba tan cansada como para ponerme de "hacendosa" en ése momento. Mañana lo limpiaría.
Fui al cuarto de Charlie a dormir.
El aroma de su colonia inundaba el lugar.
La cama estaba sin tender, me imagino que todo estaba tal y como él lo había dejado antes del accidente.
El recordar la tragedia hizó que no pudiera controlar por más tiempo el impulso de llorar.
La soledad y la fragancia de mi padre me revivierón la escena del hospital.
FLASH BACK:
Entre a la sobria habitación, Charlie dormía.
Mi padre se veía tan frágil, todo lleno de moretones y cortadas en su rostro y brazos; en éstos conectadas agujas con suero y otras sustancias.
Era un espectáculo triste.
Me acerqué a él sin pensarlo, tomándo su mano con delicadeza, para no lastimarlo.
Los sollozos vinierón a mí, ¡Malditas lágrimas traicioneras!!
Me senté en la silla de junto, sin soltarle de la mano, con la otra me limpiaba las lágrimas que resbalaban.
-BBella ...¿eres tú?-murmuraba Charlie.
Tenía que ser fuerte, no podía dejar que me viera así.
-Sí, papito estoy aquí-respondía tratando de sonar serena.
- Oh Bella, que alegría que estes aqui- dijo emocionado.
-les dije que no debían molestarte ...pero el doctor...-Mi padre trataba de disculparse.
-Charlie, no es molestia ...eres mi padre y quiero estar aqui contigo.-dije sinceramente.
El doctor Cullen, ya me había dicho que Charlie necesitaba una operación para que pudiera volver a caminar, no tenía muchos detalles de esto. Así ¿que, quién mejor que el mismo paciente para explicarmelo??
- Y ¿ya te explicarón lo de la operación que necesitas??-Pregunté no queriéndo sonar grosera.
- Sí ... uhmm, al parecer el doctor Cullen piensa que no es difícil,y tengo excelentes posibilidades de salir con éxito.-respondía lleno de esperanza.
Su alegría no llego a sus ojos.Había algo que le preocupaba.
-¿tienes miedo de que no sea así?-dije curiosa.
-No, no es eso...lo que me preocupa es que después de la operación va a pasar algo de tiempo, tú sabes...la rehabilitación y todo eso, y no quiero ser una carga para nadie, Billy apenas si puede solo, aún con la ayuda de Jake ...-No pudó terminar la frase, su mirada se volvió triste, sabía lo que pasaba por su mente, Charlie y yo éramos tan parecidos.
-No te preocupes por eso, tú sólo ocúpate por mejorar, para lo demás estaré yo aquí.-terminé dándole una pequeña sonrisa.
-Pero hija, tú tienes tu vida en Florida...tu trabajo, tus amistades, tu madre...
Con toda la prisa que llevaba, no hubo tiempo para avisar en el colegio de mi ausencia, ni siquiera Susan sabía lo de mi viaje.
Pero ya había tomado una desición Charlie me necesitaba aquí, ya veré como arreglo lo demás.
-Ya te dije que no te preocupes, todo estara bien.-respondí tratando de convencerlo.
FIN DEL FLASH BACK
Ahora que me encontraba ya más calmada, tenía que pensar que pasaría en unas cuantas horas en mi trabajo.
Y aunque no había llegado nunca tarde a clases o faltado, el director el señor Smitt, no tenía corazón ni tolerancia, mi trabajo pendía de un hilo.
Tomé el teléfono de mi bolso, miré rapidamente el reloj sobre la mesita de noche sin importarme la hora, necesitaba ayuda.
-Mmmm...bueno-contestaba una voz adormilada.
-Hola Susan, disculpa la hora amiga...
-¿Bella?...¿eres tú? ¿dónde te habías metido mujer? estaba muy preocupada por ti-Decía mi amiga regañandome.
Susan Jones, era mi mejor amiga, de mi edad, aunque parecía una pequeña madre conmigo, siempre preocupada y amorosa.
Su pequeño cuerpo de razgos latinos , no impedía tenerle miedo cuando se molestaba.
-Tranquila amiga, perdón por no haberte avisado, pero necesito un favor...

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miércoles, 19 de agosto de 2009

CAPITULO 4--¡QUE DEMONIOS ME PASA!!--

PVO JACOB BLACK
Dios Santo, tenerla ahí, frente a mí, observándola, era una sensación extraña, nunca en mi vida la había experimentado.
Los nervios hacían que mi corazón latiera desbocado, y que me quedara como estatua, congelado.
-Hola Bella, soy Billy, Billy Black...amigo de tu padre.-Billy se acercaba a ella después de que el vampiro se marchó.
-Y él es mi hijo Jacob-me señalaba mi padre, esperando que reaccionara yo no podía ni moverme, mucho menos hablar.
¡JACOB,IDIOTA DESPIERTA!!!
Me gritaba mentalmente, los músculos de mi cuerpo no respondían , me sentía como en cámara lenta.
Mi padre seguía conversando con Bella, ella inconsiente desviaba su mirada hacia mi, cuando coincidiamos un hermoso rubor subía por su rostro haciéndola irresistible.
Yo seguía mirándola como estúpido.
De pronto la expresión de su rostro cambio,sin razón aparente, como si hubiera acordado de algo, en sus ojos se veía reflejado una pizca de miedo...hacia mí.
¿Acaso tengo la facha de un asesino serial o de depravado??
Quizá no seré tan bien parecido como los "chupa sangre", pero me defiendo, o por lo menos eso es lo que me decían algunas chicas de la región.
¿Entonces por que me mira ella así?
Una espantosa emoción comenzó a subir lentamente por mi pecho, no podía perder a Bella sin siquiera darme una oportunidad de conocerla.
¡¡¿PERO QUE DEMONIOS ME PASA??!!!
Ni siquiera la conozco lo suficiente, como para saber si me agrada y ¿ ya estoy sufriendo por ella??
-Creó que Charlie aún está despierto...¿por que no entras a verlo?- dijo de pronto mi padre al notar mi lucha interna.
En un impulso incoherente de mi parte, al notar la aflicción de ella por el estado de su padre, pusé mi mano sobre su pequeño hombro.
La tibieza de su piel traspasaba sus ropas aún húmedas.
Ese simple toqué, me hizó sonreír, se sentía más que bien.
-Todo estará bien, se ve peor de lo que es-fue lo único que se me ocurrió decir.
Al encontrarnos de nuevo con la mirada, ella me correspondía en silencio, mientras entraba a la habitación, cerrando la puerta trás de si.
-Jacob, ¿me puedes explicar que ha pasado contigo?-Decía mi padre con su estruendosa voz.
Voltée hacia él, aún sonriéndo como idiota.
-"Se ve peor de lo que es"??? ¿eso fué lo único que se te ocurrió? En verdad te desconozco hijo- soltaba de inmediato entre risitas.
-Ay Jacob,creó que pasas demasiado tiempo con tus amigos, deberías pedirle por lo menos consejo a Leah.-Decía ya sin poder contener la risa.
Ok, me había portado como todo un tarado, pero de eso a pedirle consejo a la amargada de Leah!!
Solté un bufido,lanzándole una mirada siniestra a mi progenitor.
Después de unos cuantos minutos, los que tardó Billy en poder respirar normal gracias a su ataque de risa, me dijo.
-Bueno, creó que es hora de ir a dormir-se estiraba en su silla.
-Bien, vamos a casa- Apenas dije eso, mi padre me miró serio.
-¿No pensarás dejar que Bella se vaya sola a casa de Charlie ¿o si? ??-preguntaba incrédulo.
-Jacob Black, yo te crié para ser todo un caballero- decía indignado.
-PPero...ees que tú, dijiste...
-Sé lo que dije,... pero voy a llamar a Sam para que venga por mi, tú te quedarás esperando a Bella ¿entendido?-Dijo cortante.
Por muy alto y fuerte que puedas ser, jamás te metas con Billy Black.
Tomó de su bolsillo el teléfono celular y marcó el número.
------------------------------------00-----------------------------------------
Sam apareció antes de lo que se esperaba.
Después de algunos comentarios sarcásticos junto con mi padre de mi pequeño y desastrozo encuentro con Bella Swan se retirarón.
Al poco rato ella salió, su vista estaba en el suelo, por lo que no me había visto.
-¿Estas más tranquila?? -Le dije tratando de hacerla sentir mejor.
Sus enormes orbes me mirarón sorprendida. Mientras que su carita se ponía roja de nuevo.
-Sí, gracias ...¿dónde esta tu padre?-Lo buscaba confundida.
-Necesitaba descansar, mañana estará aquí.-respondía amigable.
-¿y tú, por que no te fuiste con él?-preguntaba temerosa.
-Me quedé para llevarte a casa de Charlie-dije emocionado, por el viaje con ella.
-No tenías que hacerlo...pudé haber tomado un taxi o quedarme en un hotel...-ni siquiera la deje terminar la frase.
DE VERDAD QUE HAZ DADO UNA MALA IMPRESION AMIGO!!
TIENES QUE MEJOR SU OPINION DE TI ¡¡YA!!
Mi conciencia me atacaba.
-Ey, ni siquiera lo digas, lo hago con gusto!!- Diciendo esto tomé su pequeña maleta, dirigiéndonos al estacionamiento del hospital.

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martes, 18 de agosto de 2009

CAPITULO 3--JACOB BLACK--

-Creó que la dejaré un momento con estos caballeros, tengo que dar mi rondín, si tiene alguna duda, búsqueme.-apenas dicho esto el doctor Cullen se retiro con demasiada prisa.
Los dos hombres al instante que lo vierón alejarse, vinierón a mí con actitud amable.
-Hola Bella, soy Billy...Billy Black, amigo de tu padre, y él es mi hijo Jacob-Decía con voz grave el hombre en silla de ruedas.
-¿nos recuerdas?
Recordaba vagamente que en los días que venía a visitar a mi padre de niña, me llevaba a la reservación india, según él a distraerme y hacer amigos de mi edad.
Mientras Charlie hiba de pesca con sus amigos, a mí me dejaba con los hijos del señor Black.
Las chicas se llamaban Rebeca y Rachel, creó...y el más pequeño Jacob.
Era un niño simpatiquísimo, siempre estaba de buen humor, y no estab quieto ni un minuto.
Al ahora observar lo que ha hecho el tiempo con él...Debo dar gracias al cielo!!!
¡Bella!! mi conciencia una vez más poniéndome sobre la tierra.
-Sí, los recuerdo señor Black-decía estrechando su gran mano.
-Nada de señor Black, soy solo Billy ¿de acuerdo?-sonreía amigable.
-Tengo que agradecerles todo lo que han hecho por Charlie, no sé como pagarles...-Billy me interrumpio.
-No hay nada que agradecer, para eso son los amigos Bella-dijo con voz profunda.
De verdad que me sentía sumamente agradecida con estas personas, me daba una enorme alegría que mi padre estuviera con gente buena y que se preocupara de él.
En el pequeño rato que estuvimos charlando,noté que Jacob no habló, ni siquiera abrio la boca, sólo me miraba.
Al parecer aún no había olvidado el pequeño incidente de cuando éramos niños, y me sigue odiando, o le he caido mal tan sólo al verme.
FLASH BACK
Era un día normal en Forks.
Papá estaba emocionado por ir a pescar en el bote nuevo de uno de sus amigos, tanto que me hizó levantarme a las 5:00 am.
¡Eso es tortura infantil!!!
Al llegar como era costumbre me quedé en la casa de los Black, hacía mucho frío como para jugar afuera y era muy temprano.
La casa era muy pequeña, solo tenía dos habitaciones; una donde dormía Billy, en la otra las niñas y en el sillón de la sala acomodado dormía Jacob.
El pequeño niño seguía dormido, sus largos cabellos oscuros le tapaban un poco el rostro. Una de sus hermanas me atrapó observándolo embelezada, me daba mucha ternura, siempre había deseado un hermanito.
-Solo se ve bien cuando duerme, al despertar es insoportable-Decía Rachel.
Se acercó con una mueca maliciosa, tomó un mechón de su cabello con mucho cuidado para no despertarlo, sacó de su bolsillo de la pijama una cinta de color de rosa, atándo el pelo en ella. La acción se repitió hasta que se le terminarón las cintas, convirtiendo la cabeza del pequeño en todo un fenómeno ridículo.
No pudé evitar unirme a las risas de su hermana
Jacob despertó alarmado.
Cuando se dió cuenta del por que de nuestro repentino humor, corrió al baño a mirarse al espejo...La mirada que me lanzó fue de un odio homicida.
Aunque le ofrecí disculpas, no me volvió a dirigir la palabra, esa fue la última vez que vi a Jacob Black, mi último verano en Forks.
FIN DEL FLASH BACK
Y al verlo ahí parado, tan alto y musculoso, temía que quisiera tomar venganza.
-Creó que Charlie está aún despierto, ¿por que no entras a verlo?-Dijo Billy señalando la puerta.
Bien era el momento de la verdad.
Mi pulso estaba acelerado, tomé el pomo de la puerta, mi mano temblaba.
¡¿Cómo estara de mal Charlie? mi mente temía de encontrarse con un Charlie desfigurado o algo peor.
Una mano cálida se colocó en mi hombro.
-Todo estará bien, se ve peor de lo que es-La voz ronca de Jacob, me hozó salir de mis trágicos pensamientos.
Al mirarlo una sonrisa deslumbrante aparecía en su rostro.
Con tan solo estar en su presencia, ya me sentía más tranquila.
¿Qué es lo que tenía este hombre, para que me sintiera así? Un sentimiento de comodidad me inundaba, mientras que un rubor traicionero subía por mis mejillas.
Tomé valor y abrí la puerta.

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lunes, 17 de agosto de 2009

CAPITULO 2--BELLA SWAN--

PVO JACOB BLACK
Han pasado cerca de tres días desde el accidente de Charlie.
FLASH BACK
Mi manada y yo, nos encontrabamos registrando nuestro territorio en busca de posibles peligros, ya que desde que las "sanguijuelas" regresarón el peligro estaba al acecho.
Nos dedicamos a proteger a nuestro pueblo, esta responsabilidad ha pasado de generación a generación; y aunque con mi padre creímos que había acabado, al haber de nuevo vampiros, los lobos regresamos.
El ruido de los neumáticos al derraparse por la carretera, nos alertó.
Inmediatamente corrimos a ver lo que había sucedido.
Dos autos habían caido por el acantilado, en uno de ellos los tripulantes al no usar el cinturón de seguridad, murierón al instante; el otro era la patrulla del Jefe de policía Charlie Swan.
Estaba vivo, pero inconciente, sangraba demasiado, teníamos miedo de moverlo para no lastimarlo más.
Discutíamos si debíamos moverlo o esperar a que llegara la ayuda profesional.
El olor del combustible y una pequeña chispa fue suficiente para que el primer coche estallará en llamas, corriendo veloz hacia Charlie, la desición fue mía.
¡Tenía que sacar a Charlie ya!!
tomé con sumo cuidado el frágil y lastimado cuerpo y con la fuerza que me caracteriza, lo saque segundos antes de que la patrulla también explotará.
FIN DEL FLASH BACK
Todos los días hemos venido, mi padre y yo a visitar a Charlie Swan.
Aún me sorprende la facilidad de Billy en aceptar que el doctor "colmillos"este al mando del cuidado de su gran amigo.
Y he de admitir que si no fuera por la gran y ancestral aberración entre nuestras especies, podría considerarme admirador del "chupasangre". ¡MOMENTO!! NO ME MALINTERPRETEN!!!
No es que como hombre, no pueda darme cuenta de una de las características de esas asquerosas criaturas, su formidable apariencia las hace atractivas a sus "presas", pero de eso a que me guste...Aghh!!
La dedicación y su paciencia es lo que lo hace admirable, solo eso.
El estado de salud de Charlie ha mejorado, sus heridas superficiales están cicatrizando, y él recupero la conciencia al día siguiente de haber llegado.
El doctor nos menciono que hoy, nos daría el veredicto de su condición.
Mi padre estaba nervioso,ya habíamos notado que Charlie no podía mover las piernas, pero el vampiro termino por dar el golpe final a nuetras especulaciones, fue devastador.
Charlie se mostraba valiente y positivo, en cuanto nos dijerón que había la posibilidad de que se solucionara con una operación. Mi padre hace un tiempo había pasado por lo mismo, y no funcionó, la ventaja de Billy era que él me tenía a mí, Charlie estaba solo.
Se mostró reacio a llamar a su única familiar, su hija Isabella.
Según él, no quería importunarla. ¡Al Diablo!!
En estas cuestiones había que dejar de lado el egoísmo.
No era para nadie un misterio que a ella no le gustará venir a Forks, pero no creó que tenga el corazón de no venir a ver como se encuentra su padre ¿no?.
¿cuánto puede cambiar una persona con el tiempo?
Isabella Swan, siempre me había llamado la atención, aún cuando eramos unos pequeños. Su piel tan pálida y su extrema tímidez, me gustaba compararla con una muñeca de porcelana, demasiado frágil y hermosa.
¿Pero que puede saber un niño de los estereotipos de belleza?
Charlie cada vez que tenía oportunidad, nos mostraba con el paso de los años, las fotos de su retoño.
El tiempo había sido benévolo con ella, elcambio de niña a mujer fue sorprendente.
Entre esas fotografías había una en partícular que era mi favorita.
Ella estaba sonriendo, era el día de su graduación de la Facultad.
Charlie estaba que no cabía en si, de lo emocionado y orgulloso, creó que la imágen se la mostró a todo el pueblo.
Por eso desde que Charlie y Billy decidierón que era hora de llamarla, no pudé evitar sentirme nervioso de volverla a ver.
-Su madre te dijo que había salido su vuelo temprano ¿no?...Entonces ¿por que tarda tanto? ¿crees que le haya pasado algo?-Decía ansioso.
-Tranquilo Jake, no ha de tardar-comentaba mi padre sonriendo.
-Al parecer, alguién esta más nervioso por ver a Bella que yo que soy su padre.-Decía Charlie desde su cama riendo.
-Oye Charlie, creó que Jake te visitará más seguido en tu casa que yo-respondía sarcástico mi padre, aoltándo ambos sonoras risotadas.
-Ey par de viejitos, no permitire que se burlen de mi, solo por que estan celosos , por que soy muy apuesto.-Comentaba uniéndome a la broma.
Estabamos riendo divertidos, cuando de repente un olor desconocido; una mezcla entre flores y fresas combinadas con el hedor vampírico, me puso alerta.
Billy, notó mi repentino cambio de humor, de inmediato dio por terminada la visita.
-Bueno, Charlie es hora de que descanses, nos vemos mañana.-Decía mi padre al momento de hacer girar su silla hacia la salida de la habitación.
-Ok, hasta mañana chicos.-se despedía Charlie.
En el mismo instante en que salimos al pasillo, la sorpresa de encontrarnos al vampiro abrazando a una chica sollozando.
Mi padre en ese momento se tensó, toleraba que la "sanguijuela" ayudara a Charlie por su salud,pero no hiba a permitir que una criatura abominable estuviera en contacto con la hija de su mejor amigo.
Hizo como que se aclaraba la garganta para llamar su atención.
el chupa sangre se alejo de inmediato, de repente ella giró su rostro por la confusión dejándo ver sus enormes ojos, llenos de lágrimas y tristeza.
el instinto de querer protegerla se apoderó de mi, aún sin conocerla.
-Bella ¿eres tú?-Dijo mi padre, al reconocerla.
Era ella, al fin había llegado; mi corazón se aceleró al escuchar su nombre.
Bella, Bella Swan.

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domingo, 16 de agosto de 2009

CAPITULO 1--ENFRENTANDOME A LA VERDAD--

El camino se me hizo eterno, estoy en la puerta del hospital de Forks en plena noche, y como debe ser costumbre en este lugar...¡empapada!
Sacudo un poco mis ropas mojadas y me dirijo hasta el mostrador de informes.
Una mujer de alrededor de unos treinta y tantos años, parece ser la jefa de enfermeras, de rostro redondo y de mal permanente en su cabello.
-Buenas noches, ¿me podría dar informes sobre el estado de salud de Charlie Swan?
-Claro, siempre y cuando me diga el parentezco que tiene con el paciente, querida.-decía cortante.
Ay, tengo escasos 2 minutos en este endiablado lugar y ya tengo ganas de dejarlo, ¡tranquila Bella! Recuerda que estas aquí por Charlie, deja de ser egoísta!!-me regañaba a mí misma.
-Soy su hija-contesté tratando de sonar amable.
-¡Oh! ¿tú eres Isabella?-Las pupilas de la mujer se agrandarón por la sorpresa recorriendome con la mirada de arriba a abajo.
Genial,por fin ha llegado la ingrata hija del pobre jefe Swan-pensaba.
En ese momento, la enfermera tomó el microfono del altavoz.
-"Doctor Cullen, doctor Carlisle Cullen...se le solicita su presencia en el mostrador de informes...doctor Cullen"-decía con voz empalagoza.
-Un momento querida el doctor no tardará en venir-estaba de lo más entusismada.
De un momento a otro, varias enfermeras salierón de no sé donde y estaban cerca del mostrador emocionadas como si de algún evento sorprendente pasará.El estado de espectación era tal que algunas sacarón de sus uniformes espejitos para mirarse y arreglarse un poco.
-El doctor Cullen es nuevo en Forks, muy talentoso, toda una eminencia,a pesar de su corta edad, pero sobre todo es guapísimo.-Me aclaraba la mujer al ver mi confusión.
De repente se pusó nerviosa, y se empezó a reir tontamente. Voltée para saber la razón.
Un hombre alto, pálido al extremo, y sumamente atractivo estaba junto a mí. Más parecía una estrella de cine que un simple doctor.
-Hola Rubí, ¿para que me solicitaste?-Decía amablemente.-Oh por Dios!!, su voz era encantadora. ¿Será casado?, mi mente empezaba a divagar, al ver que me quedaba viendo con la boca abierta como las demás. ¡Contrólate Isabella!!
-Sí, doctor...Uhmm, la señorita Swan, pregunta por su padre.-Rubí se contorneaba queriendo parecer sensual y coqueta, cayendo en lo rídiculo.
Una mueca de disgusto aparecio por un segundo en el rostro del doctor.
-Señorita Swan, soy el doctor Cullen encargado del caso de su padre.-decía estirando la mano en señal de saludo.
La gelidez de su piel, me saco del letargo y la vergüenza de que me haya atrapado babeando por él, me hizo ponerme roja como un tomate.
-si me acompaña, le diré los pormenores del caso.-Respondía mientras nos alejabamos de todas las enamoradas enfermeras.
caminamos por los lúgubres pasillos, si había algo que odiara más que a Forks,era el olor de los hospitales.
-Bueno señorita Swan, el caso de Charlie, es algo bastante extraño por no decir milagroso,en estos días la recuperación ha sido magnífica, aunque hemos querido que pasará la etapa crítica, para saber la gravedad del caso. La operación es riesgosa como cualquier otra intervención quirúrgica, pero tengo fé en que saldrá exitosa.
¿queee? ¿a qué se refería con "estos días"?¿operación? ¿de que rayos hablaba?
-¿cómo que dias, hace cuanto que paso el accidente? Y mejor empecemos ¡que fué lo que paso?-Mi ansiedad estaba llegando a mis límites.
-Tranquila, al parecer no tiene idea de lo que hace aquí ¿verdad?- comentaba cortés-Empezaré por contarle que su padre se accidento estando cumpliendo con su deber.Acababan de asaltar el banco de Forks, el jefe de policía los perseguía,pero con la velocidad y el pavimento mojado, terminarón ambos coches derrapándose por el acantilado que da hacia la playa de la reservación de La Push. su padre fue el único sobreviviente. Han pasado tres días, y aunque en el exterior sus heridas no son graves; cortes y magullones, acabamos de diagnósticar que su padre está paralizado de la cintura para abajo.
La noticia me cayó como balde de agua helada. Mis ojos se llenarón de lágrimas y las piernas me temblaban. Charlie quedaría paralítico.¡Oh por dios No!!!
Sabia que dde un momento a otro estaría sollozando en el frío suelo, pero eso no ocurrió, sus brazos me sujetaban, impidiendome caer.
El dolor me traspasaba, inconsiente de mis actos me abracé a él para sentir consuelo. De repente alguién carraspeó fuerte para llamar nuestra atención.
De inmediato el doctor se alejo de mi, al voltear a mirar su cara, ví que hacía un gesto como si algo apestara.
-Bella ¿eres tú?- Un hombre moreno de rostro arrugado y sentado en una silla de ruedas me llamaba.
Junto a él, había un jóven muy alto, fornido, al parecer era su hijo por el enorme parecido, aunque él era muy atractivo. Ambos veían al doctor con "cara de pocos amigos".
Yo no tenía ni idea de quienes eran o por que sabian mi nombre.
-Son amigos de su padre, ellos fuerón los que lo trajerón al hospital ése día.-Me aclaró el doctor al ver la interrogante en mi cara.

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sábado, 15 de agosto de 2009

Mi historia en Forks

Introduccion




Hola:

Mi nombre es Isabella Swan, aunque me gusta que me digan más Bella.
Tengo 23 años, soltera y recién egresada de la facultad con una licenciatura en Literatura Clásica…
Si. Lo sé, soy aburrida.

Hasta hace poco vivía una vida tranquila, y sin complicaciones, quizás para algunos sería patética, pero así me gustaba.
Me acababa de mudar a un pequeño departamento junto con mi amiga y compañera de trabajo Susan, cerca de la Universidad de Florida, donde dábamos clase; ella de aritmética y yo pues de que más ha de ser, literatura.

Mi día transcurría como cualquier otro, la llamada de mi madre fue el principio de todo.

-Bella, que bueno que te encuentro hija …, ha sucedido algo terrible. Charlie sufrió un accidente.

Tan solo esas palabras bastaron para que mi cuerpo se congelara.
Mi madre entre sollozos, me decía algo de que un accidente automovilístico, y que necesitaban la autorización de un familiar o algo aí.
Todo me parecía que era lejano y absurdo.

Mi padre era jefe de policia en un pequeño poblado en el estado de Washington llamado Forks.
La verdad yo tenía una guerra declarada con aquel lugar, jamás me había gustado.
La mayoría de los días llovía y en los pocos que no, siempre estaba nublado, me hacía sentir deprimida, enferma.

El paisaje lleno de árboles y vegetación boscosa no me atraía, parecía un planeta alienígena por ser todo tan verde, y eso sin decir que era aburrido hasta la muerte.
Los gritos de Renée me sacaron de mi ensoñación.

-Bella … estas ahí? ¿me escuchas?

-Sí, … aquí estoy mamá.- Contesté poco convencida.

-Debes ir a Forks cuanto antes Bella, eres la única familia que tiene …

Cierto, Charlie y Renée se habían divorciado ya hace bastante tiempo, ella se volvió a casar y él aunque no lo decía … la seguía queriendo. Por eso vivía solo.

A pesar de que hace más de 10 años que no voy a visitarlo, no habíamos dejado de tener contacto, amaba a mi padre.

Mi decisión estaba tomada, tomaría el primer vuelo a Forks.

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Carla Cullen

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